La facultad de ciertos materiales de conducir el calor a través de ellos es entendida como conductividad térmica.Cuando dos cuerpos están en contacto y tienen diferencias de temperatura se genera la conducción del calor. Pero solo atraviesa el material de un extremo a otro cuando el material es conductor de calor, si no lo hace es catalogado como un aislante.
La transmisión de calor por conducción a través de un material depende de su estructura microscópica, en la materia sólida, para ser más precisos, depende del intercambio de electrones libres para el caso de los metales o de los modos de vibración de las partículas microscópicas para el caso de los no metales.
La conductividad de calor depende directamente de la magnitud del coeficiente de conductividad térmica. Entre más alto sea el coeficiente del material mejor podrá transferir la energía térmica a través de sí mismo, como es el caso de los metales, pero cuando el coeficiente del material es muy bajo, se habla de resistividad térmica. Un ejemplo de este tipo de material es la madera, la cual carece de electrones libres y las fibras del material que la componen tienen modos de vibración muy bajos, por lo que es catalogada como un aislante.
El coeficiente de conductividad térmica se mide en las siguientes unidades: vatios/(metro*kelvin) y expresa la cantidad de calor que atraviesa la superficie de un material por unidad de tiempo cuando existe una diferencia de temperatura entre los materiales en contacto. El coeficiente de la madera es de solo 0.13 mientras que el del oro es de 308.2, se aprecia la gran diferencia con respecto a la conductividad térmica entre estos 2 materiales.
Es de destacar que la conductividad térmica de la madera varía dependiendo del grado de humedad que esta contiene y de la temperatura a la cual se realiza la medición. La conductividad térmica de la madera aumenta un poco a mayor temperatura y mayor humedad.